jueves, 18 de octubre de 2012

El Hormigo

Félix Rodríguez de la Fuente con su equipo de «El Hombre y la Tierra»
A mediados de los 70’s, un equipo del programa de RTVE «El Hombre y la Tierra» con su director Félix Rodríguez de la Fuente, visitó nuestra localidad para filmar imágenes autóctonas de nuestra tierra y fauna.

Durante los días que el equipo estuvo en la localidad la agitación popular fue enorme.

Una tarde, durante la proyección de la película de turno en el Teatro-Cine Luis Rivera, me vi sorprendido con la inesperada y grata visita de nuestro convecino Manuel Gómez «El Hormigo» que, acompañado de varios operadores del notorio equipo de RTVE, me solicitaron ayuda para utilizar la mesa bobinadora del cine. Al parecer se habían quedado sin negativo bobinado y necesitaban película sin impresionar para las cámaras de filmación. Utilizaban película de 35mm y el material que disponían no reunía las condiciones apropiadas para el trabajo que estaban realizando. Necesitaban, además de la mesa bobinadora, un cuarto oscuro.

Finalizadas las sesiones de cine, los operadores y nosotros fuimos cubriendo con cortinajes del teatro las ventanas, puertas y acceso a la sala de proyección para convertir el habitáculo en un improvisado cuarto oscuro. Después, para cerciorarse de que el lugar había quedado completamente a oscuras, hubo que esperar un tiempo de convivencia en oscuridad con las puertas cerradas y las luces apagadas. Allí, en completa penumbra, cada cual aportaba su gracia o el chiste idóneo ante la insólita situación que nos encontrábamos todos en la cabina del cine.

Risas. Chisten van chistes vienen. Después de un largo rato y con la certeza de la inexistencia de luz, dejamos de hablar y quedamos expectantes ante el trabajo a oscuras que los operadores de «El Hombre y la Tierra» iban a desarrollar.

La concentración era impresionante: unos por tratar de realizar el bobinado sin errores y otros por conocer, por los pequeños ruiditos que se percibían, lo que estaban haciendo. No se oía una mosca. Concentración y silencio...

Rrrrrrrrrrrr – tram – parrannnnn.

-¡La puerta! ¡esa luz! ¡la puerta! ¡Que cierren la puertaaaaaa!
Gritaron con desesperación los operadores.

Si los sonidos derivados por el manejo del bobinado a oscuras los tenía que interpretar, los ruidos que alarmaron e hicieron gritar con desesperación a los operadores los conocía a la perfección; no necesitaba luz para saber que alguien abajo, en el vestíbulo del cine, estaba corriendo el prominente cerrojo del portalón central que comunicaba con la calle ayudado con una linterna y, por consiguiente, abriendo la puerta y dejando con ello entrar la luz del alumbrado público.

Mientras los operadores se afanaban en proteger el material de la luz, lanzando gritos de protesta y precipitando su, hasta ahora, meticulosa y callada labor, nosotros, le gritábamos al de abajo para que no abriera la puerta. El de abajo, también a grito pelado, nos decía cosas que nadie entendía...

Purrummmmmmmmmm PUMMMM!!! 
El portalón se cerró. Volvió la calma, la oscuridad y el silencio. Continuaron el bobinado.        

El de abajo, era el bueno de Carmona («Fufulina»), el portero del cine. Un hombre ya mayor y de carácter afable, una buena persona. El hombre se había quedado esperando abajo en el patio de butacas y, parece ser, debió quedarse dormido durante la algarabía de chistes. Al despertarse y no oír nada, pensó que ya nos habíamos marchado y procedió a seguir nuestros pasos y marcharse a su casa.

-¡Listo! Ya podéis encender la luz. Hemos terminado.
Los operadores, que no habían vuelto a pronunciar palabra (nosotros menos) desde el incidente del portalón, retomaron su tono cordial.

Al encenderse la luz nuestras miradas se cruzaron y, tras unos segundos de divagación, rompimos todos a reír desmesuradamente. El trance había sido tan fuerte que, cada vez que alguno hacía el más mínimo comentario de su vivencia personal durante esos segundos de estrepitosa confusión, volvían las carcajadas a mandíbula batiente.

Al cabo de un buen rato de risas, se recogió todo el equipo y material de RTVE y cuando parecía que la normalidad había retomado a nuestro sistema nervioso, oímos a Carmona que desde abajo -todos pensamos que se fue al cerrar el portalón- nos dice:

-¿Me puedo ir yaaaa?      

-JAJAJAJAJAJAJAAAAAA JA JA JA JAAAAA!!!


De aquel rodaje en Valencia de Alcántara, Félix Rodríguez de la Fuente, descubrió entonces a un gran naturalista que, de inmediato, formó parte indiscutible del equipo de «El Hombre y la Tierra»: Manuel Gómez «El Hormigo».

«El Hormigo», apodo por el que se le conocía, fue un experto en todo lo concerniente al campo y a la vida animal. Su saber era innato. Sus conocimientos no le llegaron de una formación académica, nació con ellos. Sabía siempre y en cada momento lo que tenía y había que hacer para controlar un animal en su terreno. Un valor que, De la Fuente, percibió en él nada más conocerlo. Desde entonces, «El Hormigo», no se separaría de Félix y ahí están, para el disfrute de generaciones venideras, los cuantiosos documentales realizados para RTVE por ese gran equipo que en su día realizaron «El Hombre y la Tierra».   

«El hombre y la Tierra» fue una serie televisiva de la RTVE que pasa por ser la obra de referencia entre los documentales de naturaleza tanto españoles como extranjeros. Inauguró en su tiempo una nueva forma de documentar la naturaleza. Dirigido por Félix Rodríguez de la Fuente, se divide en la serie Sudamericana, rodada en Venezuela y emitida por primera vez en 1974, la Serie Ibérica, con tres partes y una cuarta inconclusa (1975-1978, y 1980), y la serie norteamericana, rodada en Canadá y en Alaska (1979 y 1980).
Wikipedia

En 1974 el director Jamie Uys realizó la película «Gente Maravillosa» (Animals Are Beautiful People). Una simpática y divertida cinta sobre la vida y comportamiento de los animales narrada en forma amena que obtuvo un gran éxito en todo el mundo.

Para su estreno en España, y dado el gran éxito que por entonces tenía la serie documental «El Hombre y la Tierra», incluyeron un prólogo realizado por Félix Rodríguez de la Fuente. En dicho prólogo, podemos ver a nuestro convecino Manuel Gómez «El Hormigo» acompañando a Félix Rodríguez de la Fuente.

Esta película fue exhibida en el Teatro-Cine Luis Rivera en el preámbulo de la programación extraordinaria de la Feria y Fiestas de 1978, el 18 de agosto. Ni que decir tiene la enorme acogida que tuvo la película en la que salía «El Hormigo».



4 comentarios:

  1. ¡Graciosa anécdota! otra cosa más sabemos que pasó en el LUis Rivera. Nunca nos acostaremos sin saber una cosa más. Gracias Tomas

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  2. gracias precisamente soy hermana de loli la mujer de manolo me gusta mucho y os agradecemos a todos buestro apoyo en estos duros momentos recuerdos desde cantabria ANGELITA

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    1. Me alegra saber que a la familia de Manolo os ha gustado. Saludos.

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