viernes, 27 de julio de 2012

John Williams


Fue una grata sorpresa descubrir que durante mi etapa en el cine había sido testigo de un grupo de películas a las que John Williams consideró las bandas sonoras más memorables que se han oído en casi tres cuartos de siglo.

En la Ceremonia de los Oscar del año 2011, en su edición número 74, el célebre compositor aunó en 4 minutos 22 temas de películas emblemáticas haciendo así un homenaje a los prestigiosos maestros que supieron hacernos sentir una y otra vez, con su música, el recuerdo de esos momentos vividos frente a la gran pantalla.

Abre el bloque con Casablanca y lo cierra con Lo que el viento se llevó, ambas de Max Steiner; de Bernard Herrmann Ciudadano Kane y Psicosis con las notas más inquietantes del cine de suspense; unas notas sólo equiparadas a las que el propio John Williams ideó para Tiburón y que, junto a La Guerra de las Galaxias y E.T. El Extraterrestre, integran su representación en este homenaje; Malcolm Arnold popularizó la Marcha del Coronel Bogey, una melodía militar británica que los soldados silbaban al desfilar en El Puente sobre el Río Kwai; también, de la Segunda Guerra Mundial, Jerry Goldsmith aporta apoyo musical a las hazañas del carismático general del ejercito estadounidense Patton; Ernest Gold imponente en Éxodo, basada en los inicios de la fundación del estado de Israel; Erich Wolfgang Korngold, uno de los padres de la composición musical cinematográfica en Hollywood, nos deleita con El Halcón del Mar; El amor de Lara y Yuri bajo el marco dramático de la Primera Guerra Mundial sería perpetuado en Doctor Zhivago por la música de Maurice Jarre; Elmer Bernstein nos transporta al Far West con Los 7 Magníficos; Ennio Morricone rubricó su amor al cine con la maravillosa partitura de Cinema Paradiso; Bill Conti insufló poderío al boxeador más carismático de la historia del cine, Rocky; La epopeya romántica vivida en Titanic magníficamente ambientada por James Horner; La majestuosidad del continente africano admirablemente compasado por John Barry; Henry Manzini vistió de sonido rosa un felino inolvidable: La Pantera Rosa; Miklós Rózsa aportó en Recuerda un tema de amor de gran lirismo; Nino Rora sublime en El Padrino y Randy Newman fantástico como siempre en El Mejor. En el bloque, John Williams incluyó también una de las sintonías más características del cine: 20th Century Fox que, a la vez, fue también la cantinela publicitaria del Teatro Luis Rivera.




Año
Título y compositor
Exhibición Luis Rivera
1933
Sintonía de 20th Century Fox de Alfred Newman

1939
Lo que el viento se llevó, música de Max Steiner
22 de agosto de 1981
1940
El halcón del Mar, Erich Wolfgang Korngold
4 de junio de 1973
1941
Ciudadano Kane, Bernard Herrmann
7 de marzo de 1979
1942
Casablanca, Max Steiner
9 de agosto de 1978
1945
Recuerda,  Miklós Rózsa
27 de noviembre de 1978
1957
El Puente sobre el  río Kwai, Malcolm Arnold
28 de septiembre de 1986
1960
Psicosis, Bernard Herrmann
22 de febrero de 1969
1960
Los 7 magníficos, Elmer Bernstein
2 de marzo de 1980
1960
Éxodo, Ernest Gold
10 de junio de 1973
1963
La Pantera Rosa, Henry Manzini
14 de abril de 1977
1965
Doctor Zhivago, Maurice Jarre
29 de agosto de 1978
1970
Patton, Jerry Goldsmith
2 de junio de 1974
1972
El Padrino, Nino Rota
24 de julio de 1976
1975
Tiburón, John Williams
26 de diciembre de 1976
1976
Rocky, Bill Conti
26 de agosto de 1978
1977
La Guerra de las Galaxias, John Williams
24 de agosto de 1978
1982
E.T. El Extraterrestre, John Williams
28 de agosto de 1983
1984
El Mejor, Randy Newman
9 de febrero de 1986
1985
Memorias de África, John Barry
25 de agosto de 1987
1988
Cinema Paradiso, Ennio Morricone

1997
Titanic, James Horner



Todas estas bandas sonoras son consideradas obras maestras y, aunque el cine ha reportado muchísimas más, para mí esta selección tiene una especial relevancia porque prácticamente todas fueron exhibidas en el Teatro-Cine Luis Rivera durante mi etapa en él (1969-1987); unas como estreno y otras como reposición. Y digo especial porque la selección fue realizada en 2001 y desde que el Luis Rivera cerró hasta esa fecha pasaron 14 años y tan solo dos de ese periodo, Cinema Paradiso (1988) y Titanic (1997), fueron consideradas por el maestro meritorias para estar ahí. Es un dato destacable, pues ser testigo y haber asistido junto a una colectividad de personas con las que compartí risas, lágrimas, deseo o sufrimiento en una sala de cine que mi familia gestionaba es todo un acaecimiento del que muy pocos pueden presumir. Por  ello, al esbozar la presentación en Valencia de Alcántara de mi libro HOY en 2 SESIONES, recordé que conservaba en VHS la grabación de la Gala en la que John Williams hizo ese homenaje tan especial y, sobre el sonido original, incorporé imágenes de diferentes épocas del Teatro Luis Rivera para dar la bienvenida a los asistentes al acto de presentación. Se inicia con la subida de su emblemático telón de boca y, a partir de ese momento, cine y teatro viajan en el tiempo; un tiempo prodigioso que se fue, quedó atrás y nunca volverá.




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