IV Festival de Cine Infantil

El Centro de Animación Socio-Cultural de Valencia de Alcántara, que dirigía don Manuel Parra Álvarez, volvió en las Navidades de 1982 a organizar un nuevo Festival de Cine Infantil para el disfrute de los pequeños. 

Cartel original, 1983

Si en los anteriores festivales el contenido predominantemente había sido el cine de animación sugerí que, para este año, hiciéramos un cambio: poner viejas películas de aventuras pertenecientes a la literatura popular. 

Recordando algunas de las películas que había visto en mi infancia cuando iba con mis padres o mi tío, proyeccionista entonces de el Cine Liceo de Artesanos y que, de algún modo, eran las películas que más recordaba por la emoción que llegaron a despertar y la retentiva agradable que de ellas tenía, propuse dos títulos: «Las Minas del Rey Salomón» y «Los tres Mosqueteros». 

     

No cabe duda que, para los que hemos crecido leyendo los libros de Haggard, Verne, Burroughs, Dumas o Salgari, estas dos películas eran de nuestras historias favoritas. Al señor Parra la idea le gustó y a mí me emocionó; no sólo el hecho de volver a verlas, sino el ver ahora como los pequeños se iban a regocijar con las historias de siempre donde sutiles pinceladas de humor o dramatismo se entremezclaban con la acción desbordante de ese héroe aventurero que anhelamos ser y el cine mágicamente nos lo concede durante unos instantes.

Material promocional de 1983

«Las Minas del Rey Salomón» basada en la novela de H. Rider Haggard y dirigida por Andrew Marton y Compton Bennett en 1950, es todo un exponente clásico del cine de aventuras, se nos revela antepasado a un Indiana Jones que todavía estaba por llegar. El popular personaje de ficción Alan Quartermaine es contratado por dos hermanos para encontrar al marido de ella, perdido en la sabana africana tratando de probar la existencia de las legendarias minas del rey Salomón. Una historia pues de aventuras a la vieja usanza, perfecto ejemplo de como deberían ser todas las cintas de este género y que hoy en día se ve algo devaluado por culpa de estúpidos proyectos carentes de fuerza, pasión y entrega. 

  

«Los tres Mosqueteros» basada en la novela de Alejandro Dumas y dirigida por George Sidney en 1948 es, al igual que la anterior, una suntuosa superproducción de la MGM repleta de colorido y una de esas películas que perduran porque supieron innovar y ofrecer una mirada nueva al cine de aventuras atrapando al espectador en una vorágine de episodios palaciegos, duelos de espada, escarceos amorosos e intrigas políticas. Todo ello llevado con un ritmo frenético de la acción que hacen de esta obra un deleite visual del que es difícil abstraerse a lo largo de todo su metraje.

No cabe la menor duda que los niños de finales de los 40 y principio de los 50 siguieron con absoluta certeza las increíbles hazañas del aventurero cazador Alan Quartermaine y el intrépido espadachín D’Artagnan, prueba de ello es la existencia de material, hoy tan popular y al uso del consumidor en todos los sectores, como el merchandising. El popular álbum de cromos coleccionables no faltó y, como muestra el vídeo, hasta consiguieron completarlo... algo dificilísimo.